miércoles, 20 de noviembre de 2013

El conductor de felicidad a Kuarirenda, Chavito

“Siento alegría, te deja el corazón tranquilo, es como darle un chupete a un niño”. 
Esas fueron las primeras palabras de Ever Peña Ponce, Chavo como lo conocen, refiriéndose a las visitas que hace SAGUAPAC a kuarirenda.




Mecánico de profesión trabaja en la cooperativa y tiene la tarea de velar por los vehículos de la misma junto a otros compañeros. Según lo que ha podido ver en tantos años de viaje a esta comunidad es que la población infantil ha crecido y que a su vez la mayoría de los hombres se van en busca de ingresos económicos.
“EL regalo más grande que se le ha podido hacer a Kuarirenda es el haberlo hecho conocer y así poder tener más atención por parte de las autoridades”.



Luego que SAGUAPAC instalara un tanque para agua y un sistema de distribución que los ha beneficiado de manera increíble ya que el líquido elemento llega hasta sus casas, los pobladores del lugar viven mejor, antes caminaban con recipientes para poder llevar agua a sus hogares manifestó Chavo.
“Cuando jugué con los niños me sentí uno más de ellos” Viajar a Kuari es una nueva experiencia y cada uno la vive de manera diferente.

martes, 12 de noviembre de 2013

Una mirada a Kuarirenda

Hoy queremos compartirte la mirada humana de Kuarirenda, sus niños. 

Kuarirenda o Cuarirenda (guaraní) que en español significa: “El camino del árbol” es una población de un poco más de 300 familias que se reduce por la migración de sus jóvenes a la ciudad y otro tanto a la zafra en la zona en busca de tener ingresos económicos. 

Conocerlos es una mirada hacia un pasado lleno de leyendas y mitos que se van perdiendo con el paso del tiempo. 



Son el 40 % de la población estable de la comunidad, sus risas y juegos le dan la vida al desolador paisaje que se debate entre la sequía y la precariedad de sus viviendas. 

Ellos entienden el lenguaje de la naturaleza, ellos son la naturaleza misma, capaces de encontrar lo maravilloso en la simplicidad de su hábitat. 




Los días siempre son iguales, mañanas calurosas y tardes de mucho viento acompañadas de tierra pero no les impide divertirse con lo que la naturaleza les dio, animales, frutos y la imaginación. 
EL día acaba al caer el sol para descansar y al día siguiente empezar de nuevo.